Siete años sin Justicia
7 AÑOS SIN JUSTICIA
Hoy se cumplen 7 años de la muerte de Daniel, el tan utilizado Daniel Menco, un joven de escasos recursos que trabajaba como cargador de lipigas y estudiaba de noche para poder ser un profesional, un contador auditor al igual que nosotros, y poder ayudar a su familia, tal como lo hacía con los pocos pesos que ganaba.
Un 19 de mayo de 1999, cuando una ola de intervención retomó, después de 9 o 10 años, (nótese desde el último año de la dictadura) una serie de protestas con rasgos de violencia, donde aparecieron nuevamente las molotov y los “encapuchados”, ese día, no recuerdo si por segunda o tercera vez en la semana, Daniel había asistido con su banda a tocar en la universidad por invitación e iniciativa de los que queríamos que la toma tuviera contenido y un matiz cultural, fue esa noche de un día miércoles, donde la mayoría de los dirigentes, los formales (federación y mesas de los centros de alumnos) estaban “luchando” en santiago, sobreviviendo y aperrando en las miserias de una sacrificada protesta nacional, enfermos y hambrientos cual novela de Hernán Rivera Letelier en los tiempos de la pampa del salitre, como les decía, aquella delegación que se llevó la gran mayoría de los dirigentes y el staff de voluntarios dispuestos a trasnochar y cuidar a universidad en pro de la causa, mientras otro pequeño grupo nos quedamos efectivamente en la universidad, controlando la puerta, negociando las demandas y lidiando con los grupos mas violentistas que estratégicamente, no quisieron viajar, que quede claro que no discuto en fondo en esta oportunidad, sino la forma.
Hablando de grupos violentos y de la antigua escuela de las fuerzas armadas, están las tropas de reacción, la protectora de nuestra seguridad, la que aun no tengo claro si recibe ordenes o no quiero perder la inocencia de que nuestras autoridades dan específicamente esas instrucciones...esa noche al margen del saldo, al margen de la destrucción al capital y los bienes de las personas, al margen de los dos chiquillos heridos con balines, a Daniel lo mataron con un balín metálico incrustado en su frente, esa policía que en vez de usar balines de goma, saco de la bodega balines prohibidos y que claramente matan, ese capitán que en vez de usar una escopeta normal, sacó premeditadamente una Winchester, esas que según la ley se pueden usar solo en manifestaciones donde no haya mujeres ni estudiantes.
Todos en esa época clamaron justicia, pero a los años, ni la Universidad, ni ex intendente de turno, ni la ministra, ni las juventudes, ni el “H” senador, ni el desfile de subsecretarios, ni su contestatario abogado, nadie de los que vimos esa vez, nadie.
Algunos descarados dijeron barbaridades de daniel, pero solo para aclararles un tema, me gustaría recordarles que en el guante que usaba Daniel, no hay ninguna muestra de carbonita o grafito, lo que quiere decir que ni siquiera tomo una piedra, mientras que su asesino sigue libre con la única obligación de tener que ir a firmar una vez al mes, durante 18 meses. Estimados, eso no es justicia...
Hoy su madre lo llora, pero mas que se angustia cada vez que ve las protestas violentas, en ellas ve que le están matando a su hijo, y ojalá comprendan que su familia prefiere las velas a las piedras, hoy ellas nos ve como profesionales y piensa que su hijo también lo sería, hoy su familia siente que en este país las instituciones no funcionan para la gente de escasos recursos, hoy veremos en TV como carabineros y estudiantes se pelean, sin saber porque están cada uno ahí.