Thursday, August 31, 2006
Directiva Nacional PDC respalda a Familia Frei
EN EMOTIVO ENCUENTRO, DIRECTIVA DC EXPRESÓ SU RESPALDO Y SOLIDARIDAD AL PRESIDENTE DEL SENADO, EDUARDO FREI RUIZ-TAGLE
• “Eduardo Frei Montalva va a descansar en paz cuando se aclare todo” señaló la Senadora Soledad Alvear.
Los máximos dirigentes de la Democracia Cristiana encabezados por su presidenta, la senadora Alvear se trasladaron hasta las oficinas de la sede del Senado en Santiago para reunirse con el senador Eduardo Frei y manifestarle su consternación y solidaridad por los nuevos antecedentes relacionados con la muerte del ex Presidente de la República
El encuentro se prolongó durante cuarenta minutos y tuvo instantes de gran emotividad, principalmente al inicio cuando uno a uno los dirigentes del PDC abrazaron y le entregaron muestras de cariño al Presidente del Senado.
“Como mesa directiva de la Democracia Cristiana hemos venido a expresarle al Presidente del Senado Eduardo Frei toda nuestra solidaridad, todo nuestro apoyo y toda nuestra compañía frente a los momentos tan dolorosos que él está viviendo y que nosotros como democratacristianos también estamos viviendo” señaló Soledad Alvear.
“Estamos consternados y yo estoy segura que el país también lo está. Queremos pedir a todas las personas que tengan alguna información que permita esclarecer lo que ocurrió con el Presidente Eduardo Frei Montalva, que la hagan llegar a la justicia o que se acerquen a personas que puedan orientarlas para entregar estos antecedentes” indicó.
Añadió que “Chile necesita que esto sea aclarado. Necesita saber qué pasó exactamente y quiénes intervinieron en un hecho tan horroroso como es el que al parecer ocurrió”.
La Presidenta de la Democracia Cristiana señaló que confían en que la justicia “actúe en forma rápida y que cuente con la colaboración de todas las personas que el magistrado cite y también de aquéllas que hasta el momento no han entregado la información o no han entregado toda la información necesaria”.
“Toda la Democracia Cristiana está consternada por lo que se vio anoche en el Programa Informe Especial de Televisión Nacional, y necesitamos que esto se aclare” subrayó la parlamentaria.
La Senadora Alvear definió al Presidente Eduardo Frei Montalva como “uno de los mejores hombres de nuestra Patria y que dejó una huella imborrable y además fue el impulsor de nuestro partido y de nuestro ideario”.
La Presidenta de la DC indicó que han estado en contacto permanente con la familia Frei “y por diferentes razones la familia estimó que preferían que por el momento no nos hiciéramos parte en el caso. Le hemos reiterado nuestra disposición al Senador Frei. Sin embargo, nosotros somos extraordinariamente respetuosos sobre lo que la familia Frei desea sobre el particular y por el momento no lo estiman pertinente”.
La dirigente añadió que en todo caso la DC resolvió poner abogados a colaborar con el abogado de la familia Alvaro Varela.
Asimismo destacó que “todos los integrantes de la familia Frei han actuado con una responsabilidad enorme. Jamás han usado este tema ni han querido sacar provecho de este tema y han sido extraordinariamente responsables en todas sus declaraciones”.
Respecto a si ella estima que el Presidente Frei Montalva fue asesinado, Soledad Alvear señaló que después de todo lo que se ha sabido “y siendo Frei Montalva el líder de la oposición en Chile, francamente existe más que una duda, pero uno siempre debe esperar la resolución y el fallo de un tribunal”.
“Yo creo que don Eduardo Frei va a descansar en paz cuando se aclare todo. En ese minuto va a descansar en paz. Y nosotros queremos que descanse en paz muy pronto” concluyó la Presidenta de la DC.
Tuesday, August 08, 2006
Artículo para reflexionar y discutir
En su homilía del 18 de septiembre del 2005, el Arzobispo de Santiago afirmó que “es escandalosa la mala distribución de los ingresos y, fruto de ello, también de la riqueza en un país como el nuestro, que ha hecho grandes progresos en salir del subdesarrollo”. Palabras fuertes que fueron recogidas por el aquel entonces Presidente de la República, y, luego, por todos los candidatos presidenciales. Ese mismo año marcó el inicio de una extraordinaria noticia: el cobre generaba excedentes de una enorme magnitud. Cálculos conservadores lo estiman en 1750 millones de dólares para el próximo año. Además se pronostica un buen año 2006, con un crecimiento económico sobre los cinco puntos. Es decir, no sólo tenemos una necesidad social, que se ha hecho demanda política, de atacar la desigualdad, sino que además tenemos recursos frescos para ello, sin recurrir al déficit público ni aumentar la carga tributaria de los chilenos.
Todo bien. Sin embargo, terminó instalándose el discurso, hecha decisión política, que no se podrían recurrir a esos fondos. Razones: temor a un descalabro en la tasa de cambio, incentivo perverso a un aumento del tipo de interés o amenaza de inflación. Es decir, la economía chilena no podría absorber eficientemente tamaño cúmulo de dinero. Se adujo además que con ingresos extraordinarios no se pueden financiar gastos permanentes. Se terminó decidiendo aumentar el gasto público en unos 130 millones de dólares. ¿Chilenos molestos? ¿Hay dudas de porqué?
La prudencia económica nos dice que son tan amplios los compromisos que tenemos con los pobres, las clases medias, la tercera edad, los enfermos, los desempleados, que no es viable económicamente hacerse cargo de todos ellos ni es posible hacerlo sin alterar la estabilidad financiera. Pues el camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones. Gastar más de lo que se tiene es mala política. Endeudarse a un nivel de llegar a la insolvencia es un desastre. Elevar el salario mínimo sin que se pueda pagar por la economía, es cesantía asegurada o fraude social extendido.
Por eso, no se trata de tener que optar entre la prudencia económica de un gobierno o la demanda de igualdad de una sociedad trabajadora. Se trata de dos cosas buenas que hay que saber conciliar. Es el arte de la política. Por ello, la pregunta que surge es si verdaderamente no podemos hacer más. Si realmente estamos frente a una justa prudencia económica, o ante un radicalismo financiero que extrema los argumentos para evitar un esfuerzo más justo y exigente a la hora de invertir más y mejor en la gente.
Leo a Amartya Sen, Premio Nóbel de Economía. Este nos enseña que inflaciones moderadas y altas, como déficit públicos profundos, atentan contra una sana economía y un crecimiento sostenido y sustentable. Pero noto que habla de inflaciones del 20% o más. No del rango del 3,5 % como apuesta la clase dirigente de Chile. Sen nos recuerda que el Tratado de Maastricht acepta tener una tasa de endeudamiento menor que el 3% del PIB. Chile está apostando a fijar por ley un superávit de un uno por ciento.
¿Y si la meta de una inflación más baja no estaría nuevamente enfriando la economía en exceso, perjudicando así a cientos de miles de chilenos cesantes? ¿Cuáles son los costos sociales de subir las tasas de interés para evitar un aumento de la inflación en unos puntos? ¿Prudencia económica o radicalismo antiinflacionario? ¿Chile, debe apostar no sólo a no tener déficit – cosa que ni Estados Unidos ni Alemania se permiten -, sino que a tener un superávit ? ¿Prudencia económica para vacas flacas o radicalismo financiero que no mide costes sociales? Cálculos de expertos se equivocaron en 1970 y en 1997 en estas materias, ¿no aconseja lo anterior a la humildad? No tengo certezas, pero sí como lego y ciudadano lo pregunto. Preguntas para un diálogo indispensable para el bien de la democracia chilena y su clase dirigente.
Artículo de reflexión y discusión
No es cosa fácil para doña Juanita entender que con los recursos provenientes de los ingresos extraordinarios del cobre no podamos ser más generosos. Y que cuando las demandas de mayor justicia se hacen sentir más fuerte, insistamos en ahorramos que ni las naciones europeas ni Estados Unidos se permiten. Le dicen que en tiempos de vacas gordas hay que ahorrar, para que en los tiempos de las vacas flacas, como el bíblico relato de José, el faraón abra los graneros y gaste más. Suena convincente. Pero la señora Juanita tiene buena memoria y recuerda que cuando vino la crisis asiática, el Estado de Chile no gastó más. Incluso estableció la regla de el superávit fiscal de uno por ciento del PIB. Hoy la queremos establecer por ley. ¿En qué quedamos entonces? ¿No fueron años de vacas flacas? Y finalmente, la señora Juanita se pregunta si no habrán tiempos también de vacas normales, en los cuales los beneficios del crecimiento económico se distribuyan en forma más justa.
La duda no es sólo de la señora Juanita. También la tuvo Eduardo Frei Montalva cuando vivió tiempos de bonanza económica por un alto precio del cobre. Así lo expresó en una carta adjunta a un memorando de Eduardo Frei a Jorge Causas, su jefe de asesores económicos. En esa carta, fechada el 31 de agosto de 1971, se lamenta de lo conservador que fue en estas materias. “Los dos años más o menos decentes que tuvimos, el 65 y 66, fue cuando expandimos el crédito. A partir del 67, en que aplicamos un sistema restrictivo, las cifras se nos vinieron abajo. ¿Qué habría ocurrido si hubiéramos continuado una expansión mucho más orgánica y controlada que la de este gobierno?”. El Presidente Frei se refiere al gobierno de la Unidad Popular, el que haría uso y abuso de los ahorros dejado en 1970 en las bóvedas del Banco Central. Ello la llevaría a alcanzar el 50% de los votos en las elecciones municipales de 1971. Luego, tal política expansiva sería un antecedente más del colapso de la economía. Eduardo Frei se preguntaba si no había un justo término medio entre el exceso y el defecto.
En esa carta, Eduardo Frei recordaba a Cauas que “cuando en septiembre (de 1970) nos vimos en la necesidad de emitir para paliar los efectos de la elección, los monetaristas aseguraron que esto era la catástrofe. Pero no ocurrió así”. Con tristeza agregaba que “La única conclusión que saco es que si hubiera escuchado algunos criterios políticos, creo que el resultado habría sido muchísimo mejor, con gran ventaja para los técnicos, para el país y, sobre todo, con gran ventaja para nuestro gobierno”.
La Presidenta de la República ha planteado este dilema. Lo ha hecho con valentía y en su especial estilo. Cada vez que está con su Ministro de Hacienda, , le pregunta si pueden ir “un poquito más allá (Ríe) O sea, yo trato siempre de empujar mientras eso no implique poner en riesgo una política fiscal que es necesaria” (El Mercurio, domingo 9 de julio, D 6) El anuncio, dado el 21 de mayo, que gastaremos 130 millones de dólares de los excedentes del cobre expresa ese compromiso. Pero creo que tal solución ha resultado ser, a lo menos, una noticia modesta. Pues las protestas estudiantiles posteriores y las demandas de la ciudadanía han demostrado hasta la saciedad la necesidad de apurar el crecimiento económico y de realizar políticas sociales más igualitaristas. Pues una cosa es ser prudente fiscalmente hablando, y otra cosa es caer en lo que Amartya Sen, Premio Nóbel de economía, ha llamado el radicalismo financiero antiinflacionista y antidéficit público. Chile tiene una inflación bajo el rango de 4% anual y un superávit fiscal. Recordemos que el Tratado de Maastrich permite a los países europeos hasta un déficit de un tres por ciento. Y que la política monetaria norteamericana está obligada no sólo a controlar la inflación sino que a promover el empleo. ¿No estaremos siendo más papistas que el Papa?
Con la humildad del lego, afirmo que realizar una política fiscal más justa podría promover un crecimiento económico más fuerte y sostenido. Además nos ayudaría a financiar políticas sociales más dinámicas. Así la señora Juanita apoyaría más a su gobierno y sentiría que su democracia es más sensible socialmente. Sumo a todo lo anterior el hecho que los seguidores de Eduardo Frei Montalva y Salvador Allende demostraríamos que aprendimos algunas de las lecciones económicas de sus gobiernos, tanto las que nos inducen a la prudencia, como las que nos llaman a ser más justos. Y creo que Michelle Bachelet dormiría más tranquila, conciliando mejor su sensibilidad, de mujer y doctora, por los desamparados y las clases medias de Chile, y los duros deberes de una Presidenta de la República que sabe decir que “No” cuando realmente no se puede ni se debe hacer otra cosa.
Saludos Mariana Aylwin
Para: Raúl Morales , "Ignacio Imas"
CC: Marcela Labraña
Fecha: Mon, 7 Aug 2006
Asunto: gracias
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Gracias por todo el aporte que hicieron para que el lanzamiento del Congreso saliera bien. Me encantó ver rostros jóvenes, ustedes tienen que tomarse este Congreso y el espacio lo tienen. En un par de días les vamos a pedir otro apoyo.
Gracias otra vez, Mariana
Informe a la Estructura Territorial
Agosto de 2006-Octubre de 2007
Introducción
En este documento damos cuenta del funcionamiento y estructura que tendrá el Congreso Nacional para el próximo período.
Comisión Nacional Organizadora
· Potenciar el partido
· Renovar nuestro ideario político
· Abrir el PDC a la sociedad
· Fortalecer sus vínculos con las diversas comunidades que en ella existen en especial con los jóvenes, los líderes comunitarios, los sectores emprendedores, las nuevas organizaciones solidarias y de representación de los problemas que interesan a las personas en la sociedad actual
· Convocar nuevos militantes, simpatizantes
· Reforzar la unidad interna y los afectos entre nosotros
· Modernizar el partido
Si aprovechamos bien esta oportunidad, el Congreso debe constituirse en un espacio para que entre aire nuevo y cambiemos nuestra cultura interna hacia una más fraterna y con mayor apertura a la realidad y los cambios que se han producido en nuestra sociedad.
Los objetivos del Congreso
· Renovar nuestros planteamientos y propuestas temáticas a partir de una reflexión acerca de las nuevas realidades, a la luz de los valores y principios que nos inspiran, para responder a los requerimientos y necesidades de un mundo de nuevo, proyectándonos hacia el futuro
· Mejorar la forma en que la Democracia Cristiana se relaciona con la sociedad, abriendo el partido a nuevos métodos, estructuras y acciones políticas
· Renovar nuestras relaciones internas
Entre el 1 de agosto y el 30 de noviembre, desarrollaremos un proceso orientado a escuchar a la comunidad externa al partido, con el fin de recoger respuesta a tres preguntas:
· ¿Cómo ven a la Democracia Cristiana?
· ¿Qué esperan de la Democracia Cristiana?
· ¿Cuáles son los tres problemas más importantes que la DC debiera abordar?
Adicionalmente se puede agregar una pregunta respecto a cuáles son los tres problemas más importante de la comuna, de manera de tener un insumo para elaborar propuestas en tal sentido.
· La consulta debe ser realizada a líderes comunitarios (que no necesariamente son los que tienen cargos formales en las organizaciones de base), autoridades, miembros de organizaciones de la sociedad (educación, iglesias, trabajadores, organizaciones solidarias, sectores productivos, medios de comunicación, artistas, jóvenes, profesionales, tanto de organizaciones formales como informales etc.)
· Debe realizarse al menos un evento donde la DC invita a representantes de la comunidad local (no democratacristianos) y a los militantes para ESCUCHAR a los no militantes. Los democratacristianos debemos guardar silencio, para escuchar.
· Se sugiere que grupos de militantes hagan entrevistas a líderes de la comunidad local recogiendo sus respuestas a las preguntas, enunciadas anteriormente.
· La Comisión Organizadora formará monitores jóvenes para apoyar esta etapa y desarrollará una metodología para orientar el trabajo comunal hacia el logro de estos objetivos, como asimismo, los mecanismos para la obtención de información sobre los mismos temas en todo el país.
· Los monitores jóvenes colaborarán en los eventos comunales y la metodología estará disponible a través de la red virtual. (e-Congreso/Blogs). Se trata de involucrar a los jóvenes a comprometerse en la puesta en marcha del Congreso.
· Los resultados de esta primera etapa deberán recogerse en un documento comunal que contenga el detalle del proceso realizado para escuchar y las opiniones recogidas en las tres preguntas. Este documento deberá enviarse al nivel regional y nacional.
· El nivel regional procesará la información y elaborará un documento para la Región.
Segunda Etapa: La DC elabora lo escuchado
Entre los meses de diciembre de 2006 y marzo de 2007, se procesará la información recogida en todas las comunas para elaborar un informe único para la reflexión y debate en todo el país, preparatorio del documento de discusión del Congreso. La Comisión Organizadora entregará orientaciones para realizar este trabajo.
Tercera Etapa: La DC prepara los temas del Congreso
Entre abril de 2007 y septiembre de 2007 se realizará un trabajo de comisiones para elaborar las posiciones en las distintas áreas temáticas. Conjuntamente se llevarán a cabo diversos eventos temáticos a lo largo del país. La Comisión Organizadora entregará orientaciones para esta etapa.
Cuarta Etapa: La DC realiza su V Congreso Nacional
La Comisión Organizadora entregará en el momento oportuno las directrices para este fin. El Congreso culminará el 12 de Octubre del 2007, cuando se celebran 80 años de la fundación de la Falange Nacional.
Conformación de las Comisiones Organizadoras del Congreso
El espacio de realización del Congreso es la comuna. Para este fin deberán constituirse Comisiones Organizadoras del V Congreso en cada comuna y Comisiones Organizadoras del Congreso en cada Región. Este proceso se da en dos etapas:
A. Etapa de instalación:
Esta fase es de responsabilidad de las estructuras partidarias, que deben hacer llegar la información básica del Congreso y constituir las diversas comisiones organizadoras, tanto en el nivel regional y/o comunal.
El plazo para constituir las comisiones comunales es el 30 de agosto.
B. Etapa de desarrollo:
Esta fase es de responsabilidad de las comisiones organizadoras del congreso a nivel regional y/o comunal, quienes deben realizar las acciones tendientes a implementar el Congreso, comenzando con la etapa “La DC escucha Chile”
Le corresponderán las siguientes funciones:
· Constituir en un Consejo Regional la Comisión Organizadora del Congreso en la respectiva región involucrando al Consejo Provincial
· Apoyar el trabajo de la Comisión Organizadora Regional
· El Presidente Regional será el interlocutor de la Comisión Regional para efectos de recoger la información y será enlace con la Comisión Organizadora Nacional para las orientaciones del Congreso
B. Nivel Provincial o Distrital:
Le corresponderán las siguientes funciones:
· Apoyar el trabajo de las comunas en su jurisdicción partidaria
· Informar la agenda de trabajo de cada comuna y posteriormente el avance del Congreso en las comunas de su jurisdicción partidaria en forma quincenal a la Comisión Organizadora Regional
C. Nivel Comunal:
· Le corresponderán las siguientes funciones:
· Constituir en un Consejo Comunal la Comisión Organizadora del Congreso en la respectiva comuna
· Apoyar el trabajo de la Comisión Organizadora Comunal del Congreso
Rol de las Comisiones Organizadoras
En cada región existirá una Comisión Organizadora Regional del Congreso, que tendrá por función:
· Dirigir, coordinar y dar seguimiento al desarrollo de los Congresos Comunales, con apoyo de la estructura provincial
· Elaborar el documento regional, el cual recogerá los diversos aportes y opiniones de los Congresos Comunales
· Informar a la Comisión Organizadora Nacional y a la Directiva Regional del avance de las etapas del Congreso en las comunas de la región
En cada comuna existirá una Comisión Organizadora Comunal del Congreso, que tendrá por función:
· Realizar las diversas actividades de la etapa de “La DC escucha” en el nivel comunal
· Informar a la Directiva Comunal y Directiva Provincial del avance de la etapa de “La DC escucha” en la comuna
Cada comuna debe constituir esta comisión conforme a su realidad, para organizar y conducir el proceso del Congreso. Esta debe definir un/a Presidente/a y un/a Secretario/a Ejecutivo/a y enviar sus datos (dirección, teléfono, e- mail) al nivel regional y nacional.
Los criterios para constituir la Comisión Congreso Comunal son :
· Desarrollar un proceso en que todos puedan participar
· Incluir personas del partido vinculadas a los sectores sociales y las actividades más significativas de la comunidad. (Personas del mundo de la educación, de las organizaciones solidarias, del sector productivo, de las iglesias)
· Lograr una adecuada integración de mujeres, jóvenes, trabajadores, pueblos originarios, etc. que represente la diversidad de la sociedad regional y/o comunal
· Tener una estrecha relación con alcaldes, concejales, parlamentarios y dirigentes territoriales, de modo que todos puedan aportar desde su experiencia
· Invitar – si es posible- a simpatizantes (no militantes) que tengan representación en alguna de las comunidades locales. Es la oportunidad para sumar líderes que aporten al partido y lo renueven.
· El número de miembros de la Comisión organizadora lo determinará cada comuna según su realidad
· En el Congreso caben todos, pero también es importante llevara a la acción las actividades que se plantean.
Las tareas de las Comisiones comunales serán:
· Conducir las distintas etapas del Congreso
· Coordinar la realización de los eventos y acciones del Congreso
· Procesar la información recogida en la comuna
· Mantener el contacto permanente con la Comisión Regional
Sunday, August 06, 2006
Como nos ven...
Benito Baranda, nos invitó a cuestionarnos si realmente somos un único partido, si tenemos, a estas alturas, un único fundamento, si es un partido en el que se puede participar realmente, si está vivo, si aún conserva el deseo de justicia y equidad de sus orígenes. Compartió también su visión actual de partido: una DC desgastada, poco dedicada al país y distante de la comunidad. Y nos expresó sus esperanzas: una DC cercana a la comunidad, abierta a la renovación, con sentido de cuerpo y una DC que recupere la vida interior de sus miembros y la vida de comunidad.
César Barros nos mostró su visión de la DC desde el pequeño y mediano empresario … una DC alejada de aquel grupo al que tal vez de mejor forma podría representar: la clase media empresarial … esa clase que, a su vez, en la política partidista de hoy, no encuentra a su genuino referente. Desde su compromiso empresarial, nos llamó a no dejarnos influir tan fuertemente por las posturas del bloque PS/PPD, en la votación de medidas que perjudican a las PYMEs, y a cuadrarse con éstas que, en definitiva son las que entregan la mayor cantidad de empleo que se requiere para hacer realidad los sueños de justicia social. Finalmente, nos llamó a confiar en los pequeños y medianos empresarios, porque éstos comparten la misma preocupación por el bien del trabajador.
Matías del Río, nos hizo reír con una caricatura del “ser demo”, que, sin embargo permitió mirarnos, como frente a un espejo, en aquello que a veces nos inmoviliza y no nos permite emprender: lo que él llamó la “sobrevaloración de la austeridad”. Su visión de la DC hoy, como “agencia de empleo”, dejó algo mudos a los participantes, pero a la vez introdujo la reflexión hacia la búsqueda de lo que realmente la mueve y realmente le importa. Sus expectativas … una DC con más arrojo, más arriesgada: sin miedo a emprender... una DC que deje de visualizar el emprendimiento como un antivalor.
Sol Serrano, trajo a la memoria los orígenes del partido, para rescatar su esencia: un punto de articulación de valores en tensión y, entre ellos, algunos centrales que tal vez agrupan a muchos otros: cristianismo vs. modernidad; igualdad vs. Libertad. Su visión de la DC hoy, es en contraposición con esa derecha de los orígenes de la falange: “lo que distingue a la DC de la derecha es su relación con el dinero”, los democratacristianos tienen una actitud más mesurada frente al dinero, rescatando esa “sobrevaloración de la austeridad” mencionada por Matías del Río, como un valor positivo. Finalmente, su invitación es a que nos hagamos una pregunta profunda e íntima que, muchas veces como seres individuales nos cuesta hacernos: ¿dónde está el dolor de la DC?
Felipe Berríos fue el encargado recordarnos que, así como otras generaciones supieron la diferencia entre la “caca” y el pañal (y podían botar la caca y lavar y reocupar el pañal), estas generaciones debían aprender esa diferencia y valorar a las instituciones por lo que son en sí mismas, independientemente de “lo que contienen”. En esta cultura de lo desechable, las instituciones están siendo percibidas también como desechables y lo grave de ello radica en que son los más necesitados quienes sufrirán los efectos de un país sin instituciones confiables. Por ende, es deber de la democracia cristiana, como partido comprometido con los más necesitados, fortalecer las instituciones sociales. Nos llamó también a no transformar los problemas políticos en problemas morales y viceversa y a preocuparnos por uno de los problemas morales más graves de nuestro país: la injusticia social. Su última estocada revitalizadora fue un llamado a no confundir el pluralismo con la ambigüedad y a hacernos cargo de nuestro “apellido” de cristianos. La DC debe tener una experiencia profunda de Jesucristo, volver a sus orígenes, definir qué significa ser cristiano en el mundo de hoy y ser consecuente: “aunque ganen menos, aunque pierdan votos y aunque les apaguen las cámaras de televisión”